El siglo XX fue una época de conflictos, genocidio y robos patrocinados por el Estado. Desde 1914 hasta el presente, los políticos indujeron un estado de terror y derramamiento de sangre constante. Más de 100 millones de personas y contando han sido masacradas en sus disputas. Desde Alemania y Kosovo hasta Ruanda y más allá, aún más personas han muerto en sus limpiezas étnicas, religiosas y tribales. Al mismo tiempo, los bancos centrales han orquestado la mayor redistribución de la riqueza en la historia de la humanidad - quitándole prácticamente todo a la clase media y esclavizándola en el proceso - y entregándoselo todo a la élite política. ¿Por qué entonces las teorías antiestatales luchan por afianzarse? Si la opresión es tan obvia y la solución libertaria tan clara, ¿por qué tantos siguen encadenados a tan pocos? En este libro examinaremos las tácticas revolucionarias. Descubra qué estrategias han tenido éxito, cuáles han fracasado y por qué. No debería sorprender que, al final, la única cura para la política sea la antipolítica.